martes, 28 de agosto de 2012

Canicross, su significado para mí.


Empecé a correr, simplemente por el placer de descubrir diversos parajes, nunca me decidía a empezar durante la adolescencia, pero me llamaba la atención. Admiraba aquellos que sí lo hacían y en la tele me tragaba todo lo que estuviese relacionado con el cross o atletismo, sentía la necesidad de hacer lo mismo, pero nunca me lanzaba a ello. Eso de superar retos y poner a mi organismo al límite, concentrarte y estar pendiente  que todos los engranajes vayan a la perfección, me llamaba la atención, ¿sería capaz de hacer eso yo mismo?, y sí que lo fui, pero la mejor sensación la descubría al terminar cada entreno, que hacía que me llenase de satisfacción; pero siempre seguía haciendo lo fácil, que era volver a practicar el mismo deporte, fútbol, que me encantaba, pero no me enganchaba, no terminaba de satisfacerme porque sufría cada vez que cometía errores, y hasta que no los arreglaba, no me relajaba; así que se convirtió en una lucha por demostrar algo, craso error pero cuando la decepción de los deportes colectivos llegó a su punto más álgido, tomé la decisión. Me cansé de esforzarme por otros y no obtener recompensa, así que me decidí por la carrera a pie. Encontré mi lugar, ya que además al necesitar mucha constancia y disciplina, requería un punto de rebeldía, eso de decirle a alguien que te vas a ir a entrenar durante una hora mientras está lloviendo, es una gozada, la cara que ponen, no tiene precio. Un deporte sacrificado y poco agradecido que poca gente le gusta y encima no permite relajarse. Me enganchó, me encantó y disfruto a cada zancada. Creo que nunca consigo transmitir a la gente las sensaciones tan increíbles que me suceden mientras estoy corriendo, quizás por eso no suelo convencer a nadie, pero al menos el diálogo sobre ello me encanta. Pero en resumen, y lo que casi toda la gente transmite es la sensación de libertad al correr, pero como describirlo, quizás sea la necesidad de muchos de mantener ese contacto con la naturaleza de nuestros ancestros, pero para describirlo lo mejor es salir a correr al atardecer en otoño, que cantidad de nuevas y buenas sensaciones, como el frío en la cara mezclando con sudor,  creo que casi nadie se resistirá, eso sí, que nadie lo haga en plena ciudad. En todo momento, estas sensaciones se transmiten en pleno contacto con la naturaleza, en soledad, que poco a poco va generando una paz interior, que te hace que te abstraigas en pensamientos profundos e incluso puedas resolver algún conflicto que no eras capaz o tengas una idea genial.
Pero, qué relación hay con el canicross, pues la llegada a mi vida de Indae, en un año frenético…intenso, cargado de ilusiones, con nuevos retos y proyectos, que no tienen nada que ver con lo deportivo. Y sin más, me empezaron a decir que podría llevármela a entrenar, para que ella ganará en salud y estuviese activa, me parecía extraño, ridículo, que me pudiera seguir en los entrenamientos, y entonces me hablaron de canicross en un entrenamiento. Y claro, al llegar a casa me puse a investigar sobre el tema, que de información, me entró demasiada curiosidad. Ni siquiera me podía imaginar que pudiera seguirme y aguantar las cargas de entrenamiento que yo soporto, pero lo llevaba estupendamente, admiro el físico de un perro, que no olvidemos que está diseñado para eso, para correr. Y empecé a entrenar con Indae. Día tras día, tanto que en los entrenamientos con más gente la echo de menos, llegado al punto que prefiero entrenar con mis perros. Se convirtió en mi compañera, ver su cara de felicidad…me hacía disfrutar y estar orgulloso de que ella se lo pasara en grande. Todo esto hizo que nuestra compenetración fuese en aumento, y que en muchos aspectos para mi Indae se hace previsible, sé lo que va a hacer, en la mayoría de las situaciones. Y así nació lo que tanto había buscado, el trabajo en equipo, el esfuerzo reflejado en paralelo, por un bien común. Aquí ya nadie se escaqueaba, todos trabajando a la vez. Y eso, hace que te esfuerces más de lo normal. Pero lo mejor de todo, es que si un día uno fallaba no había reproches, ni enfados, ni malas caras. Todos seguimos contentos porque aunque no lo creamos siempre disfrutamos cada vez que salimos a entrenar, independientemente de lo bien o lo mal que lo hagamos. Y podríamos pensar, que es Indae, que es especial; pues lo volví a sentir con la llegada de Nua, pero es mucho más fascinante, ya que es una perra muy difícil de controlar. En cambio, cuando salimos a hacer canicross, nos convertimos en un solo equipo, y trabajamos sin cesar. Nua se concentra a límites extenuantes, y responde a mis ordenes a la perfección. Ante esto me limito a estar a la altura y hacerlo lo mejor que puedo, por eso me esfuerzo para que me físico pueda durar al menos unos diez añitos y poder vivir está experiencia que pocos la están aprovechando y desconocen.
No nos abandonaremos y no cesaremos en esforzarnos conjuntamente, eso es canicross, por eso lo practico y me apasiona. Formas un equipo con un compañero que lo dará todo por ti y viceversa. La sensaciones que me transmite el canicross son únicas, demasiadas emociones. Hay que practicarlo para vivirlo.
Ahora mi compromiso es hacer llegar el canicross a todas partes, para que la gente lo conozca y lo practique, quizás incluso a quien no me imaginaba; verdad Laurix?

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